Sargeras y la Traición
Mientras su confusión y miseria se profundizaban, Sargeras se vio forzado a combatir otro grupo que intentaba romper el orden de los Titanes: los Nathrezim. Esta oscura raza de demonios-vampiro (también conocidos como Señores del Terror) conquistó un número de mundos poblados poseyendo a sus habitantes y volviéndolos hacia la sombra. Los nefastos y esquemáticos señores del terror tornaban a las naciones unas contra otras manipulándolas dentro de un odio irracional y perverso. Sargeras derrotó a los Nathrezim fácilmente, pero su corrupción lo afectó profundamente.
Con sus sentidos obcecados y desesperados, Sargeras perdió toda conciencia no solo de su misión, sino también de la visión de los Titanes de un universo ordenado. Eventualmente, empezó a creer que el concepto de un universo ordenado era inútil, y que el caos y la depravación eran los únicos absolutos del oscuro y solitario universo. Sus compañeros Titanes trataron de persuadirlo de su error y calmar sus iracundas emociones, pero él había interpretado sus más optimistas creencias como desilusiones inútiles. Abandonando sus filas para siempre, Sargeras salió en busca de su propio lugar en el Universo. Aunque el Panteón lamentó profundamente su partida, los Titanes jamás pudieron predecir que tan lejos llegaría su hermano perdido.
Con el tiempo, la locura de Sargeras habría consumido sus últimos vestigios de su valioso espíritu, creyendo que los Titanes eran los responsables del fracaso de la creación. Decidido, finalmente, a deshacer sus trabajos en todo el universo, decidió conformar un ejército imparable que consumiría al universo físico.
El primer movimiento de Kil´jaeden fue esclavizar a los vampíricos señores del terror bajo su terrible poder. Los señores del terror le servirían como sus agentes personales en el universo, y ellos placenteramente localizarían razas primitivas para que su maestro las corrompiera y las exterminara. El primero entre los señores del terror era Tichondrius el Oscuro, quien servía a Kil´jaeden como el perfecto soldado y llevaría la ardiente voluntad de Sargeras a todas las oscuras esquinas del universo.
El poderoso Archimonde también escogió temibles agentes para sí mismo. Llamando a los maléficos señores del foso y su barbárico líder, Mannoroth el Destructor, Archimonde esperaba establecer una élite luchadora que acabaría con cualquier creación de vida.
Una vez que Sargeras vio que sus ejércitos fueron amasados y listos para seguir sus mandatos, lanzó sus coléricas fuerzas en la vastedad de la Gran Oscuridad. El bautizó a su creciente ejército como la LEGION ARDIENTE. Hasta la fecha, no está claro cuántos mundos han sido consumidos y quemados por la insana cruzada ardiente alrededor del universo.