lunes, 30 de noviembre de 2009

World of Warcraft - Mitos & Historia (Cuarta Parte)

Sin conocer los planes de Sargeras, los titanes continuaron con su labor de crear un  mundo que más tarde, sus habitantes llamarían Azeroth. Cuando comenzaron a moldear este mundo, se encontraron con  fuerzas elementales que se opondrían a  los titanes para  moldearar este nuevo mundo. Eran los Dioses Antiguos.


Los titanes molestos por la inclinación maligna de los Dioses Antiguos se enfrentaron a ellos. Los ejércitos de los Dioses Antiguos estaba dirigidos por cuatro lugartenientes: Ragnaros, el Señor del Fuego; Therazane, la Madre Roca; Al'Akir, el Señor del Viento y Neptulon, el Cazador de las Mareas. Estos se enfrentaron a los titanes, y aunque los cuatro señores elementales eran poderosos, no pudieron hacer nada contra los titanes y perecieron. Los titanes derrotaron a los Dioses Antiguos y confinaron a los elementales en un plano abismal, donde los mismos elementos se contendrían entre ellos.

Con la partida de los elementales, los titanes crearon razas que les ayudaran en su trabajo. Crearon a los Titánides los primeros fueros los terraneos enanos y gigantes de roca, criaturas de roca viva y a los Gigantes del mar, para que movieran los océanos. Modelaron el mundo hasta que quedó perfectamente ordenado. En el centro del continente crearon el Pozo de la Eternidad, un lago de energía místicas que sería fuente de vida. Con él todo el mundo estaba un solo continente que los titanes llamaron Kalimdor que significa La Tierra de la Eterna Luz Estelar.

Antes de marcharse de Azeroth, los titanes escogieron a los cinco dragones más poderosos y les cedieron poder para que protegieran Azeroth de cualquier amenaza y dominaran el mundo. Los cinco dragones recibieron el nombre Los Grandes Aspectos.
Aman'thul, el Alto Padre, padre de los titanes, cedió parte de su poder a Nozdormu, dragón de bronce, para que dominara el tiempo. Nozdormu sería el Único Imperecedero.

La titánide Eonar, la Patrona de Toda Vida, cedió su poder a Alexstrasza la Roja, Unidora de la vida. Alexstrasza fue coronada como Reina de los Dragones y se le dio dominio sobre toda su especie.

Eonar también cedió su poder a la hermana de Alexstrasza, Ysera, la verde, con el dominio de la naturaleza.
Ysera caería en un sueño eterno y se la conocería como La Soñadora. Velaría por la naturaleza desde su reino onírico, el Sueño Esmeralda.
Norgannon, el Guardián de la Sabiduría, cedió su poder al dragón azul, Malygos, que sería el Tejedor de Hechizos y protector de la magia arcana.
Khaz'goroth, el Formador, el titán forjador del mundo le cedió parte de su poder al dragón negro Neltharion, conocido como el Guardián de la Tierra.

Con los Grandes Aspectos protegiendo Azeroth, los titanes pudieron partir a moldear otros mundos.